La prioridad ahora es que todos los lorquinos puedan volver cuanto antes a sus casas y que unos 6.600 alumnos regresen a sus clases
Lorca, que desde el pasado miércoles vive sumida en el dolor y el temor a nuevas réplicas tras los dos terremotos que acabaron con la vida de nueve personas, trata de volver poco a poco a lo normalidad y recuperar la calma que se llevaron ambos seísmos.
Una calma que esta noche se ha vuelto a alterar con un temblor de magnitud 2,4 en la escala de Richter que se ha registrado al este del municipio, aunque la población apenas lo ha percibido y no se han producido daños.
Los lorquinos afrontan ahora el largo camino de la reconstrucción entre la impotencia, la resignación y también la esperanza de que las administraciones cumplan lo comprometido y que los servicios públicos se reanuden cuanto antes.
El alcalde de la ciudad, Francisco Jódar, ha enfatizado este viernes que las administraciones seguirán reunidas para "devolver la normalidad" a Lorca, donde, ha reconocido, "todavía hay mucho trabajo por hacer".
El gas natural sigue cortado por precaución, según fuentes municipales, aunque se ha reanudado la línea férrea, reabierto la estación de autobuses y restablecido la recogida de basuras.
La prioridad, ha señalado el alcalde, es que todos puedan volver cuanto antes a sus casas y que unos 6.600 alumnos puedan volver a clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario